lunes, 26 de mayo de 2014

La vida es para vivirla, no para guardarla

Les comparto el texto que acompaña esta imagen en una noticia que me llegó en Facebook.


Convivimos con lo inesperado, planificamos sobre supuestos en los que no podemos estar 100% seguros.
Esperamos siempre un mejor momento para abrazar, para decir te amo, para acompañar. Posponemos ideales, para cuando tengamos tiempo…

Hay una frase que hace mucho resuena en algunos lugares y que hace tan sólo 15 días nos acompaña desde los muros de varias personas en el face: “la vida es para vivirla, no para guardarla”.

Hay momentos en nuestra existencia que podemos comprender la magnitud de esta frase, instantes en los que se nos presenta con claridad las verdaderas prioridades en las que fijar nuestras metas.

“Curiosamente” ayer, una amiga se acordó de mí en una imagen y la compartió. “Curiosamente” hoy temprano, otro amigo (que no conoce a mi amiga) se tomó el trabajo de traducir este texto que publicó en su muro de Facebook.

Luego vino la noticia triste, el padre de otro amigo -integrante de la Comunidad- había fallecido.Entonces todo cobró nuevo sentido.

El dolor es parte de nuestra existencia, a veces está latente… a veces se manifiesta con un ímpetu arrollador… lo que hagamos después de sentir plenamente, es lo que verdaderamente hace la diferencia.

“Esta es tu VIDA.
Haz lo que amas y hazlo a menudo. Si no te gusta algo, cámbialo. Si no te gusta tu trabajo, renuncia. Si no tienes suficiente tiempo, deja de ver televisión. Si estás buscando al amor de tu vida, para; va a estar esperando por ti cuando empieces a hacer cosas que amas.

Para de sobreanalizar, la vida es simple. Todas las emociones son hermosas. Cuando comas, aprecia cada bocado. Abre tu mente, brazos y corazón a las cosas y las personas nuevas, estamos unidos en nuestras diferencias.

Pregúntale a la próxima persona que veas cuál es su pasión, y compártele tu sueño inspirador.

Viaja seguido; perderte te va a ayudar a encontrarte a vos mismo. Algunas oportunidades vienen una sola vez, aprovéchalas. La vida se trata de la gente que conoces y las cosas que creas con ellos, así que anda y empieza a crear.

La vida es corta. Vive tu sueño y usa tu pasión.”

La muerte, cuando nos toca de cerca (y nos ha tocado varias veces este año), nos enseña a valorar la vida y a celebrar la existencia a través del amor y la solidaridad. Nos enseña a valorar nuestra red de contención afectiva. Nos impulsa a reorganizar nuestras prioridades y verificar nuestra escala de valores real.

Es importante comprender que la fortaleza no se ve en la ausencia de sentimientos, sino en las acciones luminosas que se realicen luego de elaborar el duelo.

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